miércoles, 29 de marzo de 2017

Revolución Industrial

Orígenes de la Revolución Industrial en Europa


La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza.
El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad. 
Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780; 300.000 ton. en 1800 y 700.000 ton. en 1830.


Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. 


Producción Industrial:
A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. 
Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra era insignificante. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte que los hiladores británicos no producían.

La aparición de las máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria entre dos formas de producción. 

Máquinas que aparecieron:
Caldera 1801 
Locomotora a vapor 1829
Máquina de Arkwright 1870
Telar de Crompton 1780

Los cambios en la agricultura: 

Se empezó la rotación de cultivos suprimiendo el sistema anterior de barbecho, se mejoraron las especies ganaderas gracias al cruce de ejemplares seleccionados, se generalizó el cultivo de nuevas especies, se mecanizaron las labores del campo, se aumentaron las superficies cultivables desecando pantanos, y se logró un rendimiento mayor con la utilización de abonos.


El progreso científico y la aplicación tecnológica:

El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. 

La información se vio también favorecida por nuevos sistemas: el telégrafo eléctrico, iniciado en 1844 y el teléfono en 1876, se unieron al sistema de franqueo postal introducido desde 1840. 

El avance de los medios de comunicación y de transporte:
Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. 

La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.

La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.





Impacto de la Revolución Industrial en América:

La revolución industrial trajo consigo un sin número de consecuencias en América. 


En lo económico surge un incremento en el capital debido al aumento en la producción del trabajo y se da una disminución en el costo de producción haciendo así que el comercio industrial se convierta en la actividad económica principal y dejando a un lado la agricultura. Debido a este incremento en el comercio se dio a lugar lo que fue una mejora en las comunicaciones como la invención del ferrocarril y el telégrafo.

En lo político, el Estado no se interpone directamente en las actividades económicas, sino que incentiva la industrialización. Formulando leyes que muestran el apoyo para los trabajadores. 




En cuanto al aspecto social, la ciudad se transforma en un centro industrial, y surgen nuevas clases sociales que son el capitalista y el obrero, además de que hubo un incremento poblacional debido a una emigración de los campesinos hacia la ciudad, dando impulso al urbanismo.

La revolución Industrial dividió a las naciones en dos grupos: los países desarrollados, generadores de maquinarias e industrias y los países subdesarrollados, que fueron los generadores de la materia prima. 

Los países latinoamericanos pertenecieron a este último grupo, debido a la dependencia con los países europeos y Estados Unidos, que como antes mencionamos se convirtieron en potencias industriales. 



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